La ciudad de Santiago del Estero, en un tiempo no muy lejano (digamos hace 60 años) era abastecida de frutas, verduras, hortalizas, leche, huevos etc. por la zona rural circundante. Lo pequeños productores de esa zona tenían con respecto a otros, las ventajas que da la proximidad y la infraestructura existente, caminos y una red de canales de riego que se habían construido para promover la agricultura. En el transcurso del tiempo, la situación cambió paulatinamente por el accionar de los empresarios agrícolas, con explotaciones muy grandes, cientos o miles de hectáreas, que no estaban ubicadas necesariamente en las cercanías de la ciudad. Estos empresarios con un gran despliegue de capital, tecnología, y logística consiguieron desplazar a los pequeños productores para convertirse de ese modo en los principales abastecedores de frutas, verduras y hortalizas de la ciudad de Santiago del Estero.
Este desplazamiento de los pequeños productores tuvo efectos en los consumidores. Los alimentos resultaron más caros al existir poca o ninguna competencia. También se perdió en calidad de los alimentos ya que las explotaciones grandes usan agroquímicos que provocan daños a la salud de la población. Constantemente, nos llegan informes científicos sobre los impactos negativos en la salud de la población por el consumo de agua contaminada con esos agroquímicos o por consumo de alimentos expuestos a tales productos.
Pero el impacto debido a ese tipo de producción, no lo sufren solo las personas, lo sufre el bosque nativo, las abejas y demás insectos, la fauna en su conjunto se ve amenazada por la pérdida de su hábitat y la contaminación.
La UNSE tiene la oportunidad de conseguir para sus empleados una mejora en la salud y en el poder adquisitivo, mediante la generación de un mercado de alimentos sanos y productos regionales típicos de la Provincia. Se crearía dicho mercado, con la participación de los tres estamentos universitarios (docentes, no docentes y estudiantes) y en una estrecha vinculación con los pequeños productores. Para los universitarios significará un gran desafío y un gran aprendizaje en todas las disciplinas, generando entusiasmo y confianza sobre nuestra capacidad para producir cambios de importancia en el medio social.
Por otra parte, la creación de dicho mercado generaría trabajo productivo en la región, y por consiguiente ingresos para las familias, lo cual significa a su vez mayores posibilidades y aspiraciones, sobre todo para los jóvenes, que podrán ver en las carreras de la UNSE una oferta muy atractiva y cercana.
La primera iniciativa tendiente a conformar ese mercado, es lo que denominamos La Ruta de los Saberes y Sabores. Es un recorrido desde la ciudad Capital hasta Loreto, que los universitarios y artesanos de Santiago Diversidad realizarían periódicamente, visitando a los pequeños productores para conversar con ellos, conocer las prácticas que realizan en su actividad productiva, y también para adquirir los productos que se considere de calidad y que se necesiten para el consumo familiar. Los productos que podrían conseguirse serian muy variados: artesanías, frutas, verduras, hortalizas, conejos, pollos, huevos, miel, polen, panificados, etc.