Artesanías de Katty

Katty tiene su puesto en el Mercado Armonía. Se la puede encontrar en la planta alta, en el puesto número 70.

Tuve un encuentro grato en el cual charlamos sobre su trabajo, su familia y sobre la convivencia en el mercado junto a los vendedores.

Katty se reúne como miembro de Feria Solidaria. Además de pertenecer a ésta agrupación de artesanos, ella trabaja independientemente y participó de numerosos eventos que, a pesar de las circunstancias, le enseñaron y animaron a continuar con su actividad principal, con su trabajo.

Cuando llegué al mercado Katty estaba con algunos clientes que le preguntaban sobre sus productos, por lo que esperé unos minutos, y mientras, elaboraba las preguntas. De fondo se escuchaba una quena y la radio que tiene lugar en el mercado (Fm 93.1 Mhz).

Cuando se desocupó, nos sentamos en su puesto y comenzamos a charlar. Me comentó que posiblemente hoy habían venido muchos turistas a Santiago ya que el movimiento que se batía en esa zona no era habitual en estos días ni en estas fechas.

“Desde los 7 años que trabajo… no conozco lo que es el bolsillo de otro”. A ésta frase me la dijo Katty al referirse que desde pequeña que está interesada en el trabajo artesanal y a ésa tierna edad, ya estaba aprendiendo con su abuela lo que es el hilado del algodón. Su abuela nació en Catamarca y fue descendiente directa de aborígenes. Su madre fue maestra en actividades prácticas, y ella se recibió en corte y confección, y diseño y alta costura. Los productos que se encuentran en el puesto son apenas una parte de lo que Katty puede trabajar con sus manos, actualmente la parte más importante y la que le permite subsistir tranquila.

 

 

Desde hace 13 años que está trabajando exclusivamente de las artesanías. Recordaba que en tiempos anteriores, la municipalidad no les hacía problemas porque se vendan en las peatonales. Fue de las primeras artesanas que participó de las tradicionales ferias de julio, que se realizaban, primero, en la plaza Libertad, luego de la feria del parque Oeste y el año pasado en el parque Aguirre.

Su llegada al mercado Armonía fue hace 8 años y algunos meses, después de que se expulsaran a los vendedores de las peatonales. Katty ocupó su lugar por 8 años hasta que en julio del año pasado, después de unas remodelaciones, se la destinó a un local pequeño, demasiado pequeño para la cantidad de productos que tiene a la venta, sin ventilación y con un techo de chapa. Su arribo a éste nuevo puesto, que es su actual lugar de trabajo estuvo signado con el malentendido, ya que mientras ella trabajaba en la popular feria de julio, las órdenes del entonces presidente de la cooperativa fueron las de romper su condado con una amoladora, y llevar todos los productos de Katty a la terraza hasta que ella vuelva para colocar sus artesanías en el nuevo puesto.

 

 

Ella estuvo vendiendo en las peatonales durante más de 4 años. En esos momentos, me contó, ella vendía escarpines y tejidos por los negocios del centro y podía vivir tranquilamente, ayudando a sus dos hijos a estudiar y a progresar.

Sus dos hijos tienen la tradición en la carne, ambos son bailarines de danzas; el menor de los chicos la ayuda con los pirograbados, y está estudiando ingeniería electrónica en la universidad nacional. Su hija es instructora de danzas folclóricas tradicionales.

Katty expresa además su gozo en el trabajo al poder transmitir a los visitantes los símbolos que identifican a los santiagueños y su tierra, “conservar los principios, la tradición y lo nuestro” es lo que incentiva a Katty a seguir trabajando.

Una de las cuestiones que me llamaron la atención fue que los demás artesanos, al parecer, eran revendedores, y el espacio que se les da a ellos resulta una competencia injusta para quienes participan de este paseo artesanal que se encuentra en la planta alta del Mercado Armonía. La competencia desleal se da en este ámbito, en el que los vendedores de artesanías compiten con los artesanos que realizan los productos con sus propias manos. Una de las anécdotas que me contó Katty, es que una vez que un cliente había comprado un queso de vaca a un artesano, y más adelante en el recorrido, el cliente se cruzó con una vendedora de quesos que le dijo que le devolviera el queso al artesano porque le había mentido, que ese queso no era de vaca, cuando en realidad sí lo era, y lo confirmaba el conocimiento del artesano y de su arte en la elaboración de quesos.

Lo mismo sucede con los mates, a los mates los venden de una madera liviana, los pintan o los tiñen y mienten que son de algarrobo o de quebracho. Este tipo de verdad solamente puede ser revelada gracias al conocimiento del artesano fabricante del producto, que con tan solo observar el mate puede decir de qué madera es, con fundamentación, pese a quien le pese.

Estas cosas son tal vez la distinguen los trabajos y la atención de los artesanos, y en éste caso de Katty, del trabajo de venta de otras personas que no fabrican. El trato con la gente, la explicación de los productos, de la materia prima, de su tratamiento, construcción, etc. Son cuestiones que enriquecen no solo a lo que hace la experiencia del artesano, sino además al cliente, que si bien puede ser que no se vaya con un producto, se va a ir con la sabiduría tan específica que es la de la experiencia artesanal.

Katty tiene en su puesto trabajos en madera elaborados por ella misma. Estos trabajos representan la mayoría, en número, de los productos en el local. Alrededor está todo adornado por tejidos hechos en telar que se los envía su tía para que se los venda. A parte hay algunos productos de cestería en mimbre y productos regionales de gastronomía como bolanchao, licores, tabacos, cigarros en chala y demás.

Entre sus exquisitos trabajos en madera se encuentran los mates de algarrobo, gavetas, mapas pirograbados, adornos, percheros, equipos para mate, sillas pequeñas, collares, etc.

El trabajo artesanal de Katty está también avivado por el deseo de revivir la identidad santiagueña, es por ello que se siente orgullosa de que sus hijos continúen las tradiciones de esta tierra; “Santiago es tierra que canta, mi tierra es tierra que canta” recitaba Katty, una frase que ilustra más claramente su mentalidad.

Cuando los compradores se acercan reciben muy bien éste mensaje y los productos que se materializan con él, se van con un producto original y con el conocimiento de los quehaceres artesanales.

Pueden visitar a Katty y a conocer sus productos en el puesto 70 de la planta alta del mercado Armonía, o en su página de Santiago Diversidad. Además pueden comunicarse por pedidos y consultas al número 0385-155101915, o a su correo electrónico: katty_merc@hotmail.com.

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